Una boda civil, por la tarde, preciosa, romántica, con una pareja que se quiere y lo dejan bien claro en cada mirada y gesto del uno para el otro. Música de violín, todos expectantes, llega la novia y todos se ponen en pie, hay mucha emoción en el aire, el novio espera, contenido, al final, después del largo pasillo entre los invitados, los dos se encuentran, emocionante y bonito el momento, yo he podido captarlo con las cámaras, esto es bonito de veras, me hace recordar por qué decidí dedicarme a las bodas. Antes habíamos estado con ellos haciendo el reportaje fotográfico de pre boda, fue una tarde en la época de la floración ciezana, siempre procuramos hacer estos reportajes con los novios antes del día del enlace, nos facilita muchas cosas, crea confianza, no hay que olvidar que el día de la boda entramos a saco en la intimidad de su casa, con cámaras de foto y vídeo, nos metemos en sus vidas.
La boda se celebró el pasado sábado 16 de septiembre, el restaurante “La Daya” que está situado en Calasparra (Murcia). Cuando llegamos con las cámaras tuvimos que hacernos hueco entre los músicos y la decoración, pero al final conseguimos situar las cámaras de vídeo y esperar hasta que llegó el novio, poco después aparcó delante de la puerta una kilométrica limusina blanca, de la que comenzaron a salir las damas, todas de azul, el color de la boda. Pocos sabían que era el color de los zapatos de la novia, unos “Manolos”, los mismos que lleva la protagonistas de Sexo en NY en una de sus escenas más románticas.
Todo fue perfecto, el cocktail, la cena, el baile de los novios, estuvimos hasta después de la barra libre, decidimos bailar un poco y disfrutar de la velada, casi nos dieron las cuatro de la madrugada al llegar a casa.